Hemos concluido que nuestro ser es nuestra consciencia. De modo que todo intento que hagamos por incrementar nuestro ser debe pasar por incrementar nuestra consciencia.
Y ahí encontramos el primer problema. ¿Cómo incrementar nuestra consciencia? Bien. Sin duda es lo que se pretende en estos escritos y cada uno aportará su opinión, pero independientemente de que queramos dirigir nuestra consciencia en uno u otro sentido, lo primero que hemos de hacer es fortalecerla disminuyendo el grado de inconsciencia.
Porque ese es un hecho que me alarma. Si lo que define el ser es esa consciencia que piensa, siente y existe y no el trozo de carne que realiza acciones o pensamientos programados como un piloto automático... ¿No deberíamos hacer lo posible para que esa consciencia estuviera siempre presente? Observo sin embargo que la existencia de muchos seres humanos consiste precisamente en reducir el grado de consciencia y alcanzar el automatismo. El riesgo de que el inconsciente entre en áreas de la consciencia está continuamente presente. Y no creamos que porque pensamos o razonamos somos conscientes. Del mismo modo podemos pensar o razonar de modo automático.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario