
Dar clases no es necesariamente sencillo.
Dar clases a 52 cabrones en un salón de 6x6m, menos.
Carácter, voz firme y algo para que se entretengan en lo que están aprendiendo es la clave.
Sino, largo!
Desde lo más insignificante, hasta lo más sobresaliente. Un lugar para conocer cuántas cosas pueden pasar dentro de una cabeza... rapada.
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