
Llevo varias horas sentado frente a la computadora, cargando música al iTunes.
He incluido ya muchos discos al playlist, pero faltan demasiados por anexar.
Entre tanta canción que agregué hoy, me vinieron a la mente varios recuerdos de la época en que trabajé en radio, al aire.
Viejas memorias desde que comencé a ir a Crystal FM 93.1, cuando apenas cruzaba el 2o grado de prepa, en 1994.
Todo comenzó a mediados del caluroso verano de ese año.
Recuerdo bien que volvía de un largo trayecto de la escuela a mi casa, y en cuanto entré al lugar donde estaba viviendo en ese entonces, mi papá (quien sabía perfectamente que desde 4 años atrás, yo era un fan enajenado con WFM, Radioactivo y Rock 101, pero no solo por escuchar la radio, sino por el tremendo deseo de trabajar en una estación de radio) me dijo que en una de las estaciones de Mazatlán, estaban organizando un 'concurso' para salir al aire durante una tarde, si resultaba ganador.
Siempre (todavía, de hecho) me dió risa y vergüenza el nombre de la promoción: 'Locutor por un día'. Me hacía recordar el episodio de Don Gato y su pandilla, donde se convertía en el típico 'Rey por un día'. Un nombre algo propio de la idiosincrasia de mediados del siglo XX, en todo el mundo; muy alejado ya de la realidad que se vivía a finales de 1994.
Total, dejé la vergüenza a un lado. Fuí a la estación para ver bien de qué se trataba. Me dijeron que tenía que inscribirme primero, y que 'el productor' me llamaría en unos momentos más para hacer una pequeña prueba grabada. Cuando oí el cargo de 'productor' y que me iba a llamar en unos instantes, me imaginé que yo ya era alguien reconocido e importante... chaqueta mental de unos cuantos segundos.
'El productor', salió de su cabina de grabación para pedirme que entrara a grabar la prueba. Cuando entré al cuarto de grabación y ví la consola rústica que utilizaban para grabar, quedé algo decepcionado, pero las máquinas de carrete abierto que tenían montadas, las cartucheras, las tornamesas Technics 1200 (para mezclar viniles) corrigieron esa sensación de austeridad que proyectaba esa consola. Me dijo que me grabaría en el estudio, que estaba detrás del gran vidrio que rodeaba la cabina (bien le iba el nombre a la estación: Crystal). Me pidió que de cajón, grabara mi nombre, edad y teléfono, y que si quería, después, soltara choro o simulara que estaba en vivo, para que él pudiera mostrarle las tomas de todas las personas que estaban participando, al gerente de la estación. 'Ah, cuando estes allá sentado, jala el switch que está en la mesa hacia tí, para que se oiga el micrófono, después te voy a hacer una señal, y en cuanto la haga, dices todo lo que te comenté', dijo el señor 'productor'.
Entré. Encendí las luces, y ví una mesa redonda con un silla frente a un micrófono. Era un estudio muy frío, con las paredes de tablaroca y sin reductores de reverberación (2a decepción). Solo el piso tenía alfombra de color café oscuro. Me senté en la silla. Jalé el switch de la mesa hacia mí. Me hizo la señal con el dedo índice, apuntando de arriba hacia mí. Hablé...
Al terminar, regresé a la cabina, le pregunté que qué tal había estado. Contestó asintiendo con la cabeza y dijo: 'Está bien... lo único que te puedo decir es que tienes muchas posibilidades, pero como siempre: nosotros te llamamos en unos días más si te seleccionan para entrar al concurso, que ya sería al aire, junto con el resto de los seleccionados, y ya el público decide entonces con sus llamadas quién es el ganador'.
Me fuí contento. Dudoso quizás si había hecho bien la supuesta prueba de voz, para la cual no tenía más experiencia que escuchar radio (las estaciones de radio que mencioné anteriormente, y eso porque me grababa mis cassettes cuando regresba de vacaciones al DF o me los enviaba mi tía por correo).
Me saltaré la parte siguiente de todos los chascos que viví y ví. La contaré en otro momento quizás. Los que me conocen, saben que obviamente gané el 'concurso', no como cualquiera se lo podría imaginar, con el chingo de llamadas y las chicas y weyes muriéndose porque yo abriera la boca al aire, pero me quedé. Fue lo importante, y partiendo de ahí, pude hacer cierta historia en la radio, en Mazatlán.
Lo que si vale la pena platicar, es que unos cuantos años después, al siguiente 'productor' que quedó en lugar del anterior, se le ocurrió mostrarme la prueba que hice aquel día. Efectivamente, dije mi nombre, mi edad, mi teléfono y agregué que me gustaba la música 'alternativa'... todo eso acompañado por un golpe continuo y repetitivo en la mesa, hecho con dos de mis dedos de la mano derecha. Jamás me dí cuenta de haber estado haciendo ese movimiento, pero quedó grabado.
Es una lástima no tener ese audio, pues se quedó en dicha estación, y nunca se me ocurrió hacerme de una copia para la posteridad.
En fin.
Espero pronto poder 'colgar' algunos audios de cuando salía al aire y continuar con la historia chaqueti-adolecente de cómo le entré a la radio. De seguro se me erizará la piel cuando los escuche antes de subirlos al blog, pues sentiré una especie de pena ajena, pero de ajena no tendrá nada...
1 comentario:
Saludos Tee
se tee esTeema
chao pescao
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