viernes, octubre 27, 2006
El canto de la campana invadió el callejón entero, haciendo que algunas arañas somnolientas se asomaran por los muchos huecos de las paredes, Lili tuvo miedo de que alguien más saliera a cualquiera de las otras puertas que daban a la calle. Tal cosa no iba a ocurrir como no había ocurrido en bastantes años, pero eso, por supuesto, Lili no lo sabía. Antes de que las arañas pudieran volver a la siesta, Lili escuchó unos pasos que se anunciaban detrás de la puerta. Después escuchó los típicos ruidos que preceden al abrirse de una puerta y apenas resistió las ganas de irse corriendo y olvidarse de todo el asunto de las cartas y del amor y llegar a su casa para ver el final de Alcanzar un estrella. Afortunadamente para este cuento, la puerta fue más rápida y Lili no alcanzó más que a quedarse parada donde estaba, mientras aparecía ante su vista el autor de los ruidos y dueño de los pasos, la puerta, el número dieciocho del callejón Mina y el anunciado secreto de las cartas y el amor.
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